Debemos recordar que no es bueno la dependencia, ni siquiera en los seres humanos, ya que uno mismo debe saber gestionar sus propias emociones y tiempo sin que esté nadie encima constantemente.
Perro que está pendiente:
- Se aleja de nosotros, pero si ven que nos movemos o damos la vuelta... vienen corriendo.
- En casa están a lo suyo porque saben que estamos bajo el mismo techo.
- Al irnos de casa, suelen quedarse dormidos o ponerse a jugar.
- Pueden dormir perfectamente en otra habitación o estancia de la asa sin que armen ruido.
Perro que es dependiente:
- A penas se separan en el paseo ni dos metros.
- Están todo el rato encima nuestra o pidiendo que le cojamos.
- Cuando salimos de casa, se tiran llorando mucho rato.
- Tienen que dormir en la misma habitación que nosotros o incluso pegado a nosotros.
Siempre tienen que estar en la habitación en la que estemos.
No debemos trabajar la dependencia del perro, si no fomentar su independencia a base de ejercicios de nariz y estímulos en los que no sea necesario que estemos presentes.
En casos muy graves de estrés crónico, la dependencia pasa a ser una ansiedad por separación, donde debemos servirnos de algunos suplementos alimenticios para ayudar al perro a reducir dicho estrés y así poder trabajar con el mismo con ayuda de un especialista.
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